lunes, 14 de julio de 2014

PARABOLA DEL SEMBRADOR, FANTASTICA SOLO ENTIENDELA

En esta parábola del sembrador lo primero que llama la atención es la generosidad del sembrador. El Señor da a todas las tierras la oportunidad de germinar. Es un Dios esplendoroso, sin miedo, que no calcula en el amor, porque está convencido de que en los parajes más inhóspitos puede brotar vida. Y es que la vida puede nacer venciendo las circunstancias más difíciles cuando se le pone dedicación.
Este evangelio nos habla de la corresponsabilidad entre la gracia de Dios y la tarea humana. Dios es pura gracia, Dios es pura generosidad y ha puesto todo para que seamos felices. Dios nos ha regalado un planeta espectacular.
Ante este espectáculo que es la vida, es injusto que no tengamos los ojos abiertos a la sorpresa, que vivamos instalados en el aburrimiento, que convirtamos el paraíso en un lugar de guerra y conflicto, que nosotros seamos los que juzgamos y establecemos diferencias.
Señor, haz que todos nosotros con nuestra vida mostremos una disposición clara de querer amar y que sintamos el sufrimiento de nuestros hermanos del mundo, sabiendo que todos estamos conectamos. Que seamos conscientes de que, mientras en el mundo haya sufrimientos, no podemos sentirnos cómodos y felices.
Pidamos que el Señor nos regale un corazón generoso y paciencia. Y tengamos la seguridad de que las promesas de Dios siempre se cumplen. Si permanecemos en Él, daremos con seguridad fruto abundante.
Evangelio según San Mateo
Aquel día, Jesús salió de la casa y se sentó a orillas del mar.
Una gran multitud se reunió junto a él, de manera que debió subir a una barca y sentarse en ella, mientras la multitud permanecía en la costa.
Entonces él les habló extensamente por medio de parábolas. Les decía: “El sembrador salió a sembrar. Al esparcir las semillas, algunas cayeron al borde del camino y los pájaros las comieron.
Otras cayeron en terreno pedregoso, donde no había mucha tierra, y brotaron en seguida, porque la tierra era poco profunda;
pero cuando salió el sol, se quemaron y, por falta de raíz, se secaron. Otras cayeron entre espinas, y estas, al crecer, las ahogaron. Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto: unas cien, otras sesenta, otras treinta. ¡El que tenga oídos, que oiga!”.
Los discípulos se acercaron y le dijeron: “¿Por qué les hablas por medio de parábolas?”. El les respondió: “A vosotros se os ha concedido conocer los misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos no. Porque a quien tiene, se le dará más todavía y tendrá en abundancia, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene. Por eso les hablo por medio de parábolas: porque miran y no ven, oyen y no escuchan ni entienden. Y así se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dice: Por más que oigan, no comprenderán, por más que vean, no conocerán, Porque el corazón de este pueblo se ha endurecido, tienen tapados sus oídos y han cerrado sus ojos, para que sus ojos no vean, y sus oídos no oigan, y su corazón no comprenda, y no se conviertan, y yo no los cure. Felices, en cambio, vuestros ojos, porque ven; felices vuestros oídos, porque oyen. Os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que vosotros veis y no lo vieron; oír lo que vosotros oís, y no lo oyeron. Escuchad, entonces, lo que significa la parábola del sembrador. Cuando alguien oye la Palabra del Reino y no la comprende, viene el Maligno y arrebata lo que había sido sembrado en su corazón: este es el que recibió la semilla al borde del camino. El que la recibe en terreno pedregoso es el hombre que, al escuchar la Palabra, la acepta en seguida con alegría, pero no la deja echar raíces, porque es inconstante: en cuanto sobreviene una tribulación o una persecución a causa de la Palabra, inmediatamente sucumbe.
El que recibe la semilla entre espinas es el hombre que escucha la Palabra, pero las preocupaciones del mundo y la seducción de las riquezas la ahogan, y no puede dar fruto. Y el que la recibe en tierra fértil es el hombre que escucha la Palabra y la comprende. Este produce fruto, ya sea cien, ya sesenta, ya treinta por uno”
 PUEDES IMAGINARTE A DIOS DANDOLE MAS AL QUE TIENE Y QUITANDOLE TODO AL QUE NO TIENE, YO SI ME LO IMAGINO,PORQUE POR LA FE TENDRAS MAS Y SIN FE NO TENDRAS NADA.